El edificio de las Casas Consistoriales estuvo, durante años, vacío de contenido funcional, pero lleno de contenido representativo. Se encuentra fuera del actual centro administrativo de la ciudad, pero en el corazón de su casco histórico. La plaza de Santa Ana sobre la que se levanta es posiblemente la primera plaza española de este tipo que se construyó fuera de la Península, y sirvió de modelo para las que se construyeron posteriormente en la América colonial española.

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La estructura del nuevo patio, de madera reciclada y de sección muy profunda, se consigue mediante una superposición de elementos que no coinciden verticalmente, como una pila de jaulas de madera abiertas. En cierta medida, el patio tradicional canario tiene algo de esta no coincidencia vertical de los elementos de madera. Aquí esa especificidad se toma como la idea de la que parte el diseño del patio; en su superposición, esta serie de cajas de madera vieja intensamente dorada construye un bosque interior. Para la reconstrucción del patio, la fase final del proyecto, se consideró que si los órdenes de la arquitectura son una abstracción de la cabaña, esta arquitectura es una abstracción del bosque. Un código de barras también es una abstracción del bosque. 

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